Vamos a hacer una parada, hoy hay gente nueva y en las aguas de este camino de las arenas, ¡aprende hermano a quererla!.
Fui al Rocío con mi madre
Cuando yo era chiquitito
Fuí al Rocío con mi madre
Cuando yo era chiquitito
Fuí al Rocío con mi madre
Fuí al Rocío con mi madre
Y en la ermita de la Virgen
Ella me enseñó a rezarle
Y en la ermita de la Virgen
Ella me enseñó a rezarle
El arroyo de la Cañada (conocido como el Charco) es un punto especial para el bautizo de los nuevos rocieros, que llegan a El Rocio por el Camino de Moguer.
5 Dijeron los apóstoles al Señor; «Auméntanos la fe.»
6 El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: "Arráncate y plántate en el mar", y os habría obedecido.»
7 «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?"
8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?"
9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado?
10 De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer.»
Evangelio según San Lucas 17:5-10
Jesús hace esta comparación con el grano de mostaza, pero no para desanimarnos, sino más bien porque nos quiere alentar, nos quiere poner un reto, impulsarnos a que busquemos más, a que no nos conformemos con la fe que ya tenemos. Porque la fe no es una cosa, es una relación con una persona, con Dios. Por lo tanto la relación hay que trabajarla siempre.
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